Juega conmigo[]
Da igual el universo en el que esto sucedió. Es suficiente el hecho de que ahora Chaos está explorando, curiosa, pero un paso en falso... y está frente a ÉL.
Con curiosidad, el científico se acerca a la humana. La toma de los hombros, preguntándole que le pasa. Obviamente, no hay respuesta. Y Él se mantiene, expectante, a que reaccione, sin éxito alguno, pero también sin dejar de tocar sus brazos.
Esto es humillante, piensa Chaos, su mente está a mil por hora, queriendo lanzarle maldiciones y explosivos mágicos hasta que no quede nada de Él, pero su cuerpo, su ALMA, se mantienen estáticos, inmóviles, incapaces de reaccionar, como si de la nada se hubiera convertido en una piedra.
Y entonces, un toque en su espalda, una voz llena de amabilidad, que llama la atención de ella y del científico.
- — Disculpe, doctor, mi amiga necesita espacio, por favor váyase.
- — Ah, lo lamento, no los molesto más...
Después de lo cual, el científico se retira. No sin antes dar una última mirada que solo mostraba curiosidad, y nada más.
Unos segundos de silencio.
Un escalofrío. Finalmente, Chaos es capaz de moverse de nuevo, volteando rápidamente a ver...
- — Ah, Doradito, eras tú...
Dream Sans se veía genuinamente preocupado.
- — Sí, Chaos, pasé por aquí y pude sentir que estabas... en peligro...
- — ¡¡Al menos este fue amable!! Siempre puede ser peor, ¡jajaja!
- — Mira, he estado buscando al que te afectó en tu mundo... pero no he podido hasta ahora.
Aunque me estaba preguntado, ¿has podido averiguar algo tú misma?
- — Hay algo gracioso... pero no gracioso de risa... sino gracioso de raro...
La humana mágica procede a recoger las mangas de su suéter, descubriendo completamente sus brazos.
- Curitas
Está cubierta totalmente de curitas
- — Cada vez que cualquier versión de ÉL me toca, aparecen curitas o vendajes sobre mí.
Me da cosa preguntarme por qué.
Dream se queda mirando, analítico, un poco perturbado...
- — (Esto podría significar... ¿que le hizo daño? Y esto sería como un mecanismo de defensa que su ALMA desarrolló...)
- — EN FIN, gracias por sacarme de esto, supongo, pero yo... ¡¡quiero jugar!!
Ambos miran alrededor. Todo es extremadamente tranquilo. Esto frustra un poco a Chaos, quien anhela diversión; por su parte, Dream mira con algo de nerviosismo, jugando un poco con sus dedos.
Finalmente actúa al ver cómo la humana mágica usa su magia para hacer aparecer en sus manos su arma favorita, el mazo con cuchillos afilados incrustados en ella.
- — ¡Chaos, espera!
Ella voltea, las puntas de cabello sobre su cabeza muestran que está molesta.
- — ¡¿Y ahora qué quieres?!
- — ¿No crees que este mundo es DEMASIADO pacífico como para poder hacer uno de tus juegos aquí?
- — Tienes razón, esto es muy ABURRIDO, ¿no crees? ¡Pero no hay problema, yo misma puedo encargarme de solucionar esto-!
- — Y... ¿no te parece mejor si vamos a un mundo que ya sea más... entretenido para ti?
El mazo desaparece de las manos de Chaos. Su rostro no manifiesta expresión alguna.
- — Agh, tú siempre con lo mismo, Doradito
¿Por qué seguir insistiendo?
Muy amable de tu parte que sigas queriendo hacer esto por mi, pero-
- — ¡Jaja, eso es suficiente para mí!
Rápidamente, el dios de las emociones positivas toma la mano de la humana mágica quien, recibiendo este contacto de manera inesperada, no pudo reaccionar antes de que Dream la arrastrara fuera de esta realidad.
Cuando quiso darse cuenta, estaba en un subsuelo completamente distinto. Se podía percibir en el aire la violencia y locura del lugar. Al fondo, se podía ver a algunos monstruos peleando salvajemente entre ellos.
- — ¿Y bien, Chaos, esto te parece mejor?
- — Ooooh, ¡violencia! ¡se ve muy divertido!
Se aleja algunos pasos, de manera apresurada. Se detiene un segundo para empezar a crear armas con su magia, pero antes de hacerlo, voltea a ver al Doradito.
- — ¿Vas a jugar tú también o...?
- — Honestamente no... este lugar carece de emociones positivas, no me queda mucho por hacer aquí... ¡pero tú diviértete, eh!
Antes de que pudiera responder, Chaos ve cómo Dream se desvanece en polvo dorado.
Los dos mechones de cabello encima de su cabeza caen suavemente, mostrando que se siente desanimada. Se queda unos segundos en silencio.
- — Pff, ¡aburrido!
¡¿Cómo quiere que seamos amigos si no quiere jugar conmigo?!
...
Agita la cabeza para quitarse esta pequeña frustración de encima, tras lo cual procede a atacar con incontables armas mágicas el mundo al que acaba de ser enviada para jugar.
...
Esta ya es la notengoideaava vez que Doradito hace esto...
Un monstruo de enorme tamaño se estaba abalanzando hacia ella, con el puño levantado. Ella desvia el golpe con su mazo, de paso que le deja un severo corte en el brazo.
Nos llevamos bien, es amable y me hace reír con sus historias.
Arrojan fuego hacia ella, sorprendiéndola. Con la carne en su espalda quemada, voltea y lanza una patada al monstruo que la atacó, mandándolo a volar.
Pero ¿por qué no quiere jugar conmigo?
Otro monstruo más pequeño pero veloz logra lanzarse a ella, tomándola del pelo y arañándole la cara, hasta dejar profundos cortes en la misma. Ella muerde su mano hasta romperla.
¿Por qué dice que quiere ayudarme? No entiendo su tema con las "EmOcIoNeS pOsItIvAs"
Entre tres monstruos la rodean y atraviesan con proyectiles de todas las formas. Ella no se da la molestia de bloquear ningún ataque, permitiendo que todo su cuerpo sea perforado.
Ese doctor, mis juegos, ¿por qué le importa tanto...?
Usa lo poco que queda de materia en sus extremidades para hacerlas estallar, destruyendo todo a su alrededor, dejando solo escombros y polvo.
¿... para que al final no quiera hacer lo único que me interesa en realidad?
Al reconstruir su cuerpo, magia pura, Chaos nota que ha quedado un único monstruo en pie. Tiene pinta de ser un monstruo jefe, y su mirada está llena de odio. Ambos se lanzan a atacarse entre sí, al mismo tiempo, con las manos vacías.
...
Pese a tener su rostro desfigurado por el golpe que no alcanzó a bloquear, no tiene problema para tomar al monstruo de los hombros, levantarlo y lanzarlo muy alto, hasta que impacta con el techo de la caverna.
En el fondo, es triste que mi único... amigo...
no quiera jugar conmigo.
Y cuando el monstruo cae del techo por la gravedad, lo único que le espera en su caída es ser atravesado por el largo bastón de un mazo con puntas afiladas por doquier. El suelo se cubre de polvo.
Silencio.
Chaos se cubre el rostro con ambas manos, regenerándose. Y al descubrirse... está llorando. Y sonriendo. De una forma muy retorcida.
- — Juega conmigo, Doradito, juega conmigo...
Empieza a reírse a carcajadas, mientras su locura provoca un temblor que se percibe en kilómetros a la redonda.
- — JUEGA CONMIGO JUEGA CONMIGO JUEGA CONMIGO JUEGA CONMIGO JUEGA CONMIGO JUEGA CONMIGO JUEGA CONMIGO JUEGA CONMIGO JUEGA CONMIGO JUEGA CONMIGO JUEGA CONMIGO JUEGA CONMIGO JUEGA CONMIGO JUEGA CONMIGO JUEGA CONMIGO JUEGA CONMIGO JUEGA CONMIGO JUEGA CONMIGO JUEGA CONMIGO JUEGA CONMIGO
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Caen explosivos por todos lados, sorprendiendo y acabando con todos los monstruos amantes de la lucha de este mundo. Destruyendo el mismo subsuelo, hasta que los escombros la aplastan y mandan su alma fuera de ahí.
Han pasado algunos días.
En un mundo muy pacífico y tranquilo, Chaos se encuentra charlando y riendo con Dream, como un día normal entre ellos. La más joven tiene un chocolate caliente entre sus manos, y se ríe a carcajadas de las anécdotas que comparte con Dream.
Olvida su pequeña crisis del otro día, dejando de lado que nunca han tenido una pelea como las que a ella le gusta para jugar. No vale la pena arruinar este momento.