Undertale AU´s Wiki
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Luz, infinita luz.

Es esto lo que Chaos percibe sin siquiera haber despertado de su sueño. Tampoco es que despertó, simplemente dejó de estar dormida, con esa sensación tan abrumadora de luz envolviendo su cuerpo, tratando de tomar su ALMA.

Se levanta tan rápido como puede, mira hacia todos lados, luz y más luz, no tiene sentido.

Lo peor del asunto, es que no es la primera vez que ocurre algo como esto.

La parte buena, es que por fin entiende qué está pasando.

Esa sensación envolviendo su cuerpo, esa voz que le llama a dejarse consumir por la luz, no son otra cosa que el poder de alguien que ha robado tanto poder hasta volverse un dios.

Esa sensación tan abrumadora era poder divino artificial, por así decirlo. Y eso la estaba ahogando.

Y la sola existencia de este dios que ha robado todas las almas del subsuelo son señal suficiente para que Chaos sepa en qué tipo de línea temporal se encuentra, una pacifista a punto de llegar a su conmovedor final. La advertencia está hecha, si quiere mantener su tregua con Dream y Nightmare, debe irse de ahí y no meterse con nadie.

Sin embargo... ahora que estaba más consciente de en qué tipo de lugar estaba, qué se supone que está ocurriendo ahora mismo, la curiosidad es más fuerte que el sofocante dolor de esa luz.

Así que decide esperar.
Esperar hasta que esta batalla entre un dios y un humano termine.
Esperar hasta que la determinación propia de este mundo acabe con el encierro, con la barrera.
Esperar hasta que la esperanza de todas las almas cumpla con su mayor deseo: la libertad.
Y solo así, ella también podría liberar su propia intriga.

Pasó lo que se sentía como una eternidad. Ponerse a sí misma a prueba de esta manera, dejándose envolver por este poder divino que tanto la hacía sufrir, estaba a punto de llevarla a la desesperación. Quería huir, quería desertar de esta misión y jugar algo mejor. Pero no lo hizo.

Sin embargo, se quedó ahí. Recuerda bien la invitación-amenaza de los hermanos de luz y oscuridad.

Solo un día y puedes destruirlo todo. Mientras, averigua cómo ganarnos.

Te retamos a que demuestres que eres CAOS, y no solo una niña con poderes.

Pese al límite que habían puesto para ella, también fue incentivada a llevarse al límite. Y el solo hecho de resistir a esta prueba era una forma de hacerlo.

Quizás incluso podría estar entrenando para vencerlos eventualmente.

Finalmente, la luz se apagó. Por fin regresaba al mundo real. Chaos dio un largo suspiro de alivio.

— No sé si quiera volver a hacer eso.

Frota su rostro con ambas manos, no es sino hasta este momento que se da cuenta de lo destrozado que quedó su cuerpo por la prolongada exposición a un poder divino. Sus manos estaban agrietadas, su rostro igual, y entre las grietas se deslizaba un líquido mágico que pretendería ser lágrimas. Estaba temblando.

Ríe por lo bajo, sintiéndose estúpida.

Desde lo que puede recordar de su vida, siempre pensó que era imparable, sin importar cuánto peleara, cuán herida quedara, cuántas aventuras tenía en incontables mundos, siempre tenía poder para seguir. Descubrir algo que la volvía tan vulnerable en batalla fue la peor sorpresa que pudo haber recibido.

Ese poder que va más allá de lo mágico, el poder de un dios. El dolor, el cansancio, se vuelven insoportables cuando vienen de ahí. Y ella, incapaz de morir, no puede detener el sufrimiento hasta que deje de ser atacada.

Trata de regenerar su cuerpo, pero está muy debilitada para hacerlo. Seguramente tenía la apariencia de un monstruo ahora mismo, más que de una humana.

Mira a su alrededor: Parece ser la misma entrada al subsuelo de siempre, pero todo es más... rojo.

— He visto esto antes... ¿cómo llamaban a este mundo...? ¿Under... fell?

No consigue reunir la energía necesaria para levantarse, decide esperar un rato más hasta poder hacerlo, y explorar este mundo cuyos habitantes, probablemente, ya están empezando a hacer las maletas para seguir armando problemas en la superficie.

Al cabo de pocos minutos, alguien llega a este lugar. Un niño cabra, con ropa oscura y franjas rojas. Probablemente solo venía a estar solo hasta volver a convertirse en la flor carente de sentimientos de siempre. No fue muy agradable la sorpresa de encontrarse a esta... cosa, en su lugar solitario.

— ¡¿Eh?! ¿Qué haces aquí? — Exclama Asriel, sin tener idea de con quién está hablando.
— Descanso
— Tiene que ser una broma... ¿y por qué aquí?
— Desperté aquí y ya no me puedo mover, idiota

Esa voz en la cabeza del niño cabra le recordó que fue gracias a la amabilidad del humano que su historia terminó bien.

Además, algo en la apariencia de esta... ¿monstruo? lo tenía confundido. Como que esa cara se le hacía familiar pero no lo suficiente como para decir por qué.

— ¿Necesitas ayuda? — Le tiende la mano.
— ...

Pese a no responder a la pregunta, Chaos corresponde al gesto de este Asriel, tomando su mano, por fin con la fuerza suficiente para ponerse de pie.

— ¿Tienes algún lugar a dónde ir?
— Afuera... en la superficie
— ... no sé si pueda ayudarte a llegar hasta allá, yo tengo que... hacer algo...
— Sí, lo sé, volverás a ser una flor.
— ¡¿Pero cómo-?!
— Qué importa, solo... solo quiero un chocolate

Asriel accede a ayudarla, sin ganas de cuestionar por qué ella sabría algo de él. Después de todo, solo era una monstruo normal, ¿no?

Así que ambos caminan juntos a través de las ruinas, topándose a ratos con monstruos con mala cara y miradas de confusión. Lo normal, claro, en un mundo donde la gente aprendió a ser mala por naturaleza.

Chaos y Asriel llegan al viejo hogar, está vacío, mientras la primera se desploma en el suelo de la sala, el segundo va a la cocina, encuentra una barra de chocolate en el refrigerador y regresa para entregársela a esta persona a la que simplemente hacía un favor.

La criatura mágica se apura a devorar la barra tan rápido como puede. Ahora con azúcar renovada en su cuerpo, por fin logra reincorporarse del todo. Regenerando su cara y cuerpo, volvía a ser la niña humana de siempre.

— ¡¡Gracias, Azzy, tú nunca fallas!! — Riendo burlonamente.
— Ch- ¡¿CHARA?! ¡¿Eres tú?! ¡¡Pero se supone que-!!
— Más despacio, niño, sí, soy Chara, pero no soy TU Chara, lamentablemente la que conociste no volverá.

Sacando su arma y apuntando con sus brillantes pupilas hacia él de manera amenazante, continúa.

— Pero no necesito darte explicaciones. Ahora VETE o verás...

Asriel ni siquiera se cuestionó esto antes de salir corriendo. Ya tuvo suficientes problemas el día de hoy.

Chaos sonríe de una forma perversa al verse a sí misma recuperada de la mala pasada. Deja de hacerlo al sentir la presencia de alguien mucho más peligroso que ella.

— Mira qué tenemos aquí, ¿Chaos? ¿No habíamos acordado algo?

Nightmare Sans apareció de la nada, tocando su hombro. Chaos tuvo que hacer un esfuerzo enorme para no mostrarse sorprendida. No debería estarlo, después de todo, sabía muy bien que lo que acababa de hacer hacía saltar las alarmas de que podría haber roto su parte de la tregua.

Solo era una broma.

— ¡¡Hey, Nighty, cuánto tiempo!! — Devuelve el saludo con una sonrisa muy fingida. — ¡Descuida, no hice nada malo, créeme!
— ¡Estabas a punto de atacar a ese Asriel y romper la tregua!
— ¡Nada que ver! ¡Yo solo lo quise asustar! Sabes que no te estoy mintiendo, ¿cierto?

Leyendo las emociones de Chaos, Nightmare supo que decía la verdad. El miedo que ella sentía de sufrir su castigo era demasiado evidente.

— Entonces lo hiciste solo para que mi hermano o yo apareciéramos, ¿eh? ¿Y por qué? ¿Hay algo que querías hablar con nosotros?
— Solo es una pequeña e inocente pregunta, ¡nada demasiado importante, en verdad!

Sentándose casualmente sobre una mesa, Chaos continúa.

— Dime, ser divino, ¿existen más como ustedes? ¿Viajeros? ¿Guardianes? Un dios, ángel, lo que sea, me interesa saber si hay más de ese poder que tanto odio.

La respuesta del ente oscuro empezaría siendo solo una leve risa.

— En serio, qué estupidez.
Sabes bien que Dream y yo somos únicos, te conté por qué.
Pero sí, hay otros en el multiverso a los que podrías llamar "dioses", a su manera.

Empezaría a describir cómo algunos mundos tenían a sus propios seres con poder divino, otros tenían armas bendecidas, incluso habló de un mundo donde todos los monstruos eran dioses. Sin embargo, no dio suficientes detalles sobre cualquiera de esos temas como para que Chaos pudiera ir por su cuenta a saber más.

De manera que, cuando la humana mágica abandonó este mundo, quedó con más preguntas que respuestas.

Lo único que sabía era que, si encontraba a alguno de esos, tal vez podría jugar con ellos y hacerse más fuerte sin tener un tema personal en su entrenamiento.

Después de esa tregua que era a la vez un reto, Chaos Chara no se quedaría con las ganas de preparar una sorpresa para los hermanos de luz y oscuridad. Solo necesita tiempo.

<- 1: La tregua
Extra 3: Demonios ->
2: Un plan de juegos y destrucción ->