New Prophecy. Capítulo 24. “Conflicto inevitable”
Nos encontramos ahora mismo en “Hotland”, un lugar bastante caliente debido al magma que era necesario para la vitalidad del NÚCLEO.
Ahí mismo, se encontraban marchando 5 monstruos, la capitana de la Guardia Real, el príncipe renacido y un humano.
Siendo este el guerrero marcado, Bruce Campbell. Quien carga con el destino del inframundo como de su raza entera, debido a todo lo que pasó, ahora mismo se encuentra totalmente cambiado tanto en poder… como en físico.
Ceroba y Martlet. Un ave de color azul con una armadura y potenciada por el alma artificial… y una científica debido a la inspiración que fue su esposo, ella ahora tiene la energía del alma de la Integridad para redimir sus errores.
Sans: Y bueno, entonces yo no levanto mi calcetín y mi hermano me dice “Sans échame una mano” jaja, entonces, me quito el brazo y se lo lanzo. – Narrándole estos hechos a la otra Guardia Real de Snowdin.
Papyrus: Lo peor es que me reí cuando hizo eso, fue demasiado ingenioso e inesperado… Y ESO QUE ERA UN TEMA SERIO… ¡LLEVABA MUCHO AHÍ! – Riéndose a carcajadas acompañando a las de las 2 mujeres.
Martlet: ¡Ajaja!… ah. ¿Ustedes jamás se aburren? Tienen anécdotas que ni creí que fueran posibles. – Limpiándose una lágrima de risa con su pluma.
Sans: Sep, por eso nos llamamos los “hermanos esqueleto”. – Activando uno de sus ojos a la par que sonreía.
Ceroba: ¿Y por qué se pusieron ese apodo? Ya sabemos que son esqueletos… ¿Pero por qué? – Acariciando su mentón para intentar al menos predecir su respuesta.
Papyrus: Porque siempre tenemos “huesadas por contar” NYEH. – Riéndose un poco mientras caminaban.
Tocando el hombro de la capitana para llamar su atención.
Ceroba: ¿En serio son así ellos 2 la mayoría del tiempo? – Riéndose levemente.
Undyne: Claro que sí, Papyrus es el más inocente de los 2, ahora es un guerrero formado, quería alejarlo del conflicto… pero insistió en que lo entrenara de verdad… y ahora míralo, apenas lo reconozco vistiendo ese uniforme, estoy orgullosa de él. – Mirándolo con su único ojo bueno, esbozando calidez en su mirar.
Undyne: Es el mejor amigo y soldado en mis filas. Cuando Asgore murió, se había armado una pequeña revolución hace meses, antes de que el octavo humano llegara… estaban todos desesperados… y empezaron a pelear entre facciones. – Recordando lo sucedido.
Ceroba: Oh sí, la Guardia Real se había reportado, pero hubo caballeros heridos, según los médicos, podrían haber muerto, asumo que fuiste tú quien lo hizo.
Pero la monstruo soltó una carcajada a la par que golpeaba su armadura en la parte del abdomen, de la risa que le generó.
Undyne: ¡Jajaja!… ah… Me siento halagada, en verdad, pero no fui yo en lo más mínimo, estaba encargándome de problemas en la parte comercial del reino cuando pasaba eso. – Dijo aún mirando al frente y escuchándose, oyendo el sonido de su pesada armadura.
Ceroba: (Martlet tampoco fue, se encontraba en snowdin haciendo algunos puzzles para los intrusos violentos para protegerse mejor… y la Guardia Real canina se encargó de mantener segura esa área nevada). Pero si no fuiste tú… ¿Quién fue? – Llevándose la mano a la boca, tratando de meditar la situación.
Undyne: Fue Papyrus, quería apagar el conflicto siendo amable… pero no funcionó, lo atacaron… en ese momento entendió que hay personas que no entenderán con las palabras solamente. – Su mente en ese momento se dirigió a aquella vez.
Corría con todo lo que podía para socorrer a sus compañeros… pero lo que se encontró fue al esqueleto menor, sentado en una pila de monstruos noqueados o paralizados con su Ataque azul.
Papyrus: Te perdiste… de la diversión, Undyne, atiende a los heridos, yo me quedaré aquí hasta que los refuerzos vengan, y encierren a estos problemáticos en un calabozo. – Se mostraba confiado en lo que decía, y solo esbozaba un rostro serio y agotado.
(Presente)
Undyne: Luego, decidí hacerle el entrenamiento yo personalmente, debido a que vi su potencial… y ahí lo tienes, feliz de ayudar a todos. – Volteándose para ver que los esqueletos seguían bromeando y divirtiéndose.
Ceroba: Whoa… (Ahora entiendo mejor por qué se sometió al proyecto artificial… es increíble su temple) Ya veo, muchas gracias por la información.
“De nada” – Contestó la pez que mantuvo el paso firme y recto hacía el frente.
A una distancia algo lejos estaba Asriel Dreemurr. Un monstruo que renació, considera ahora a Bruce un hermano más, se llevan bastante bien desde la resurrección, le encanta hablar con Chara y Clover en sus formas espectrales.
Asriel: En serio la golpeaste en el rostro, vaya, se que Undyne impone… pero me sorprende que esos 2 lo hayan tomado de esa manera… aunque ella siempre me aterró en… Esa etapa, creo que fue la primera vez que sentí algo cercano al miedo al verla. – Dijo hablando al lado de su compañero, viendo a la pez caminando más al frente que ellos, para guiarlos, claro.
Bruce: Debe ser su presencia… la tuya es grande, si… pero tú la controlas, la de ella se notaba por todo el lugar, sentí que me asfixiaba… pero por suerte estoy bien… ¿y tú te sientes listo para… ya sabes? – Parándose en un ascensor, a la espera de que se abra.
Respirando profundamente… sonriendo un poco.
Asriel: En el momento en que sienta las esencias… sabrá lo que pasó… una madre siempre sabe, y sé lo que pasará… he querido hacerlo desde que reviví… intentar evitarlo, ignorarlo… pero ese niño quiere hablar… YO quiero desahogarme con esto. (…) – Silencio invadía su mente… y solo llegó a un pensamiento.
(“Mi padre y mi hermana murieron y se volvieron esto por mi culpa, terminé condenando a todos”)
Solo se escucharía una puerta abrirse, entrando todos ahí, mientras Muffet sostenía el brazo de Bruce para entrar.
Y Asriel solo era acompañado por esos 2 espectros de sus mejores amigos que lo acompañan a donde sea… abrazándolo.
Bruce: Te diré algo, no te puedes culpar de toda tú forma de pensar, hermano, eras un niño, querías ayudar a tú hermana, y descuida, la voy a traer de regreso, palabra de amigo. – Cerrando su puño a la espera de un choque.
Asriel: Heh, claro, ya me lo dijiste… solo cuando la veamos, ya sabes, a Toriel… habla tú primero, luego lo haré yo ¿sí? – Chocando su puño con el de su amigo… aunque con una mirada algo cansada.
Este asentiría la cabeza, y al entrar ya de una vez, solo se escuchaba como subían piso tras piso, su sudor era de notarse… pero estaba bien, todo estaría bien, él cree en eso.
(Ya arriba, Castillo Real)
Empezaron a marchar para conocer al fin a quien gobernaba semejante reino, una leyenda viviente actualmente, y un mito o solo una historia vieja, para la humanidad.
Bruce: Oye Az, dime algo… tú que has sido un experimento… ¿Cómo ella soportó ese golpe que le lanzé? Digo, los demás porque tienen experiencia en combate… pero entrené por meses ¿Cómo es posible? – Cuestionándose ese extraño suceso.
El monstruo solo se puso a pensar, a la par que solo escuchaba el sonido de sus pasos.
Asriel: Bueno, según recuerdo en mi vida como Flowey… no fue por Alphys, eso es seguro, lo más probable es que ella obtuvo su propia determinación ¿Recuerdas que solo estamos hechos de magia, pero a pesar de tener emociones, nuestra alma sigue siendo blanca a no ser que absorbamos almas? – Contestaba, a la par que miraba su mano e invocaba una llama pequeña de color rojo.
Bruce: Si, recuerdo que Alphys y Sans me explicaron de eso… ¿Eso tiene algo que ver?
Asriel: Toma de ejemplo las almas artificiales y compáralas con el fuego en mi mano, ese poder era nuevo, desconocido… pero era PODER. – Generando que el fuego creciera hasta su brazo.
Asriel: Pero en el proceso, este solo acabaría matándola de abusar de él sin que se adapte al cuerpo. - Achicando las llamas para que de nuevo solo se concentre en la palma de su mano.
Asriel: Estuvo meses sin conflictos por humanos o cosas mayores, meses donde su alma estaba relajada, y ahí, su determinación para que los monstruos vean el SOL, se terminó de adaptar a su cuerpo, haciendo que sea como… un músculo más, sí, es la mejor forma de decirlo. – Terminando de apagar esa llama de su mano, para seguir caminando.
Muffet: Vaya… eso si que es impresionante, Undyne también es especial como tú especie entonces. – Agregó asombrada de tal descubrimiento la reina de las arañas.
Asriel: (Y eso es lo que más me preocupa… nah, no puede ser… pero si llega a ser verdad…) Podría decirse, sí. – Caminando hasta que por fin… ellos arribaron a esa entrada… a la lejanía.
“EL TRONO DE LA REINA”
Ahí se encontraba, contemplando un tridente de color gris… bañado por la montaña de polvo que era el anterior rey, siendo esa su última voluntad por si llegaba a morir.
Arrodillándose, la mayoría que estaba ahí, salvo el humano… y el primogénito.
Undyne: Mi reina… les presento a aquellos que fueron potenciados dado a un exitoso experimento… y también, al guerrero marcado… Bruce Campbell. -Presentándolos ante su alteza.
Ella se volteaba para mirarlo, a lo cual… el humano notó todo el parecido.
El pelaje, y el rostro… todo era igual a Asriel, sus ojos estaban encendidos con una llama enorme de esperanza, sonriendo.
Toriel: Me llamo Toriel, es un placer conocerte al fin… te ves diferente a como decían los rumores, pero… eres tú después de todo. - Caminando para verlo fijamente, observando su cuerpo y su mirar… ya era un guerrero preparado.
Toriel: ¿Eres el ángel que nos liberará de la barrera? ¿O el demonio que nos callará con muerte? Claro, así dicta la profecía encontrada en… Waterfall, eso necesito saber… para entender qué medidas debo tomar ahora. – Observando al joven… pero también al monstruo cabra que estaba con él, sonriendo levemente.
Bruce: Pues para empezar es un gusto conocerla al fin, pero como lo digo… su profecía estaba…muy mal. – Mostrando un semblante serio al decir eso.
Prestando atención, ella escuchó todo, la profecía, como inició todo… lo que ocurrió con Luci.
Acal: Ella luego de los años… encontró a un huésped, antes que yo… lo pude sentir… pero caímos en un estado de “recuperación”, de no ser por las palabras de un diario hecho por unos magos…que predijeron lo que se venía, al parecer. - Esto contándole todo a la reina tomando control del cuerpo del humano.
De pronto, volvería a cambiar a su contraparte para que siga hablando.
Lech: Y ahora debemos fortalecernos, y a su pueblo, el proyecto de ellos ayudará a que se fortalezcan, pero refugien a los demás… ella nos quiere a nosotros y si te cruzas en su camino también eres un objetivo. – Cruzando sus brazos, y volviendo a su forma normal.
Esto haría pensar a la reina… que ya estaba bastante informada de todo.
Toriel: ¿Y quién es su huésped? ¿Quién es el humano que la usa? ¿Tiene otro objetivo en mente además de esclavizarnos a todos? – Posando su mano sobre su mentón… analizando el ambiente.
Pero el príncipe se puso firme, mirando a su madre de una manera seria.
Asriel: Se qué no me vas a creer, pero es… Chara… su odio hacía la humanidad… fue a causa de ese humano… fue por mi culpa… no fui lo suficientemente fuerte… yo lo- Pero seria interrumpido con un abrazo repentino de la reina, mientras acariciaba su rostro.
Toriel: Mi pobre niño… tú haz sido tan amable con los demás… y así te ha tratado el mundo... mi Asriel. – Llorando con lagrimas en los ojos.
Asriel: Lo… ¿Lo sabías?- Dejando que acaricie su cara con una sonrisa leve.
Toriel: Desde que absorbiste las almas… sentí… a mi niño, lo que le ocurrió a tu padre, lo que hiciste… no fue tu culpa… yo también soy responsable por no estar para tu padre y dentro de esa locura que estaba por hacer. – Abrazándolo mientras lloraba fuertemente.
Asriel: Maté… lo maté… murió papá… ellos murieron por mi culpa… ABUSÉ DEL PODER DE ESE ÁNGEL HACIENDO COSAS QUE… LO SIENTO… PERDÓNAME… PERDÓNAME… TOMÉ ESAS ALMAS PORQUE SOLO QUERÍA QUE TODA MI FAMILIA ESTUVIERA JUNTA… Y AHORA JAMÁS LO ESTAREMOS… s-solo quería a mi hermana de nuevo conmigo. – Apoyando su rostro en su hombro.
Toriel: Nadie aquí es un santo… lo importante es que volviste… y jamás estarás solo de nuevo… yo aún estoy aquí… igual tu papá… si tú no lo olvidas… siempre estará a tu lado.
En ese momento… todo el cuarto estaba en silencio, dejando el momento pasar… para finalmente, retornar la conversación nuevamente.
Toriel: Muy bien, ahora… infórmame de la situación… con calma, luego en casa hablaremos más de esto ¿Si?. – Sonriendo y limpiándose las lágrimas con sus manos, contestó la reina.
Alejándose de ella, colocándose al lado de Bruce, este apoyaría su brazo en el hombro derecho de su amigo, para verlo fijamente, y abrazarlo.
Bruce: ¿Ves? Todo está bien, hermano… solo tenias que sacarlo de tu sistema. ¿Mejor?
Asriel: Bastante, gracias… hermano, realmente lo aprecio. – Sonriéndole de regreso por esas palabras, viendo como Undyne comenzó a hablar.
Undyne: Según estos informes, el octavo caído aun se encuentra encerrado en las ruinas, pero desconocemos cuando saldrá… según Martlet… en unas pocas semanas.
Colocándose en frente de la reina, comenzaría a hablar.
Martlet: Cada que me acercaba ahí, se escuchaba como una explosión en las puertas de las ruinas, ya los escombros que se dejaron no soportarán mas… y un conflicto será inevitable. – Abriendo su diario para seguir narrando sobre dicha información.
Martlet: Alphys la científica, ha colocado trampas más mortales y mandado a construir búnkeres con un material mejor que el de la puerta, colocando alarmas que avisarán que el humano ya está marchando para salir del subsuelo… y si eso pasa. – Siendo interrumpida por Azzy en ese momento.
Asriel: “Game over” para la raza humana si no la detenemos a tiempo… por eso Bruce y yo estaremos al frente, peleando.
Sans: Pero si no consiguen hacerla recapacitar… el chico deberá estar dispuesto a… ya sabes. – Haciendo un gesto con su espina dorsal y su dedo, como si cortara una garganta.
“Permanentemente” – Acabaría de agregar.
Cosa de la cual nuestro “caballero de la muerte” está seguro… pero aun así… debe intentarlo… por Asriel, por Aliza… ella no debe cargar con ese odio… por eso la detendrá.
Toriel: Bruce… dime algo… ¿Podrás traer a mi niña de regreso? – Observándolo fijamente… sin pestañear.
Pero este solo miraría su mano… y aquella marca, brillando.
Bruce: Toda mi vida me he dedicado a preguntarme… quién soy, o de dónde vengo… ¿Acaso no me esforcé lo suficiente? La respuesta es… “claro que me esforcé” – Sonriendo de una manera confiada.
Bruce: No puedo salvarlos a todos, no soy dios o un HÉROE… pero puedo intentarlo porque tengo este poder… y se quien soy… “soy el Demonio Blanco”, siendo piadoso pero letal… soy el caballero que protege a los mas débiles incluso si con su vida es necesario…. soy Lech… soy Acal… soy Bruce Campbell. – Mirando la reina fijamente a los ojos, mostrando una estrella negra en uno de ellos junto a su fuego morado que generaba su alma.
“Y yo traeré a su hija de regreso a casa” – Acabando por agregar esas últimas palabras.
Toriel al ver la cara que puso ese joven… le hizo recordar a Asriel… su deseo de algún día sacarnos a todos de aquí… solo la hicieron sonreír.
Siendo golpeado en la cabeza por Undyne.
Undyne: ¡Pero no te confíes! Esto es una guerra, el enemigo no tendrá piedad contigo, no habrá espacio para dialogar, recuerda que nuestros SUEÑOS y ESPERANZAS, tanto de tu gente como de la mía está en nuestros hombros… prepárate para lo peor… porque dentro de estás semanas, a ti, a tu novia y amigos… deben ser los más letales que haya visto el mundo. – Sonriendo de brazos cruzados.
Bruce: Agg… sí, lo sabemos… por eso hemos estado entrenando tanto Asriel y yo, es el único que me sigue el ritmo. – Rascándose un poco la cabeza por el golpe, a la par que Muffet tocaba su cara.
“¿Estás bien?” – Preguntaba ella.
“Si, jaja… solo dolió un poco” -Contestaba el humano algo adolorido.
Undyne: Les enseñaré a cómo pulir su estilo de combate, para hacerlos más eficientes. Solo eso…porque ya está bien completo su forma de pelear, pero la pasaremos bien.
Muffet: (Vaya, si a eso le dice “Bien”) - Sudando un poco ante tal actuar de la monstruo.
Finalmente… retirándose, y Asriel abrazando a su madre una vez más.
Asriel: En verdad, gracias… por escucharme, tengo tantas cosas que contarte… como el qie debe de asumir el trono. Contemplando el tridente gris de su padre… a la lejanía.
Toriel: Cuando sea el momento… lo tomarás, y te presentaras ante tu pueblo, porque entiendes ahora su dolor, su comprensión… tú estás destinado a no solo ser un rey… si no el PRIMARCA DE tu ESPECIE… así que espera un poco más… hijo mío. – Separándose del abrazo, marchando lejos del pasillo.
Toriel: (Mis pequeños… están de nuevo aquí… pero es mi deber también liderar, luego hablaré con esa mujer acerca de su “proyecto”) – Sentándose en su trono… sonriendo de una manera genuina luego de tanto… pero tanto tiempo.
Acariciando ese tridente con polvo… ya sólido, una vez más.
Toriel: No merecemos a los hijos que tenemos… hemos sido unos padres problemáticos… y aún así se cargan el mundo… pero para algo estamos nosotros aún… para decirles que para algo está su familia… lo siento, cariño, tal vez no pude estar ahí para ti, también estaba débil, pero lo estaré para Asriel y Chara… créeme. – Sonriendo levemente, dándose un beso en la mano y tocando el tridente de nuevo, para luego, colocar ambos brazos en el trono… y esperar.
Y cuando ya todos ingresaron al ascensor para regresar a sus hogares y planear ese entrenamiento de coreografías… menos Undyne, que esperaba a que volviera a subir… vio a Alphys, con notas de los búnkers.
Alphys: H-hola Undyne, como te enc-encuen… sé que han pasado cosas, pero quería decirte que- Siendo interrumpida abruptamente por Undyne.
Undyne: Doctora, si no tiene algo de valor o que esté relacionado a la integridad de los habitantes tanto como su seguridad, le pido por favor me vea en otro momento que no esté en mi horario laboral. – Teniendo un semblante triste… y algo deprimente al respecto.
Alphys: … Jamás me habías dicho solo “doctora”… ¿Tanto así me odias ahora? Me ignoras, no has respondido mis llamadas… SÉ… lo que hice, todos los días escuchando esas voces en agonía… no necesito ver tu cara para que me recuerdes que hice algo horrible. – Se notaba que intentaba reprimir sus lágrimas, la forma en la que se aferraba a esos planos… era fuerte.
Undyne… solo quedó en silencio… ambas se quedaron calladas… hasta oír el ruido del elevador abriéndose.
Alphys: … Tienes trabajo que hacer… no te quito más tiempo. – Volteándose caminando lentamente hacia el castillo de la reina.
Undyne: … Estoy… estoy LISTA PARA OÍRTE… mi casa… mañana ¿Podrías? - Sosteniendo la puerta del elevador con una de sus manos… haciendo el esfuerzo para que no se cierre.
Alphys: P-por supuesto… me parece bien. – Volviéndose a girar, acomodándose sus lentes para que no se le caigan.
Undyne: Genial… hasta entonces… adiós. – Cerrando el elevador… llorando de ese solo ojo…golpeando la pared de este.
Angustiada… se supone que esta relación era de confiar… y ella la había roto… por eso ahora espera una respuesta… mientras desciende… a donde su destino la llama.
Un destino que llama a todos… hasta los más fuertes… tanto a los buenos como los malos.
(Ruinas)
Se escuchaban diferentes apuñaladas y cortes de energía en la salida de las ruinas, como las piedras, por más duras que sean, eran destrozadas por sus balas y cuchillos.
El aspecto de la primera caída, era diferente, su cabello era mas corto, tenía cicatrices en los hombros debido a que se lanzaba sus propios ataques para practicar, también tenia una en el labio inferior.
Musculosa negra con pantalones del mismo color, y en su espalda había un ángel gigante…bañado en rojo sangre… y sin zapatos.
Chara: Uf… gh… solo un poco más… un poco más y nos podremos ver al fin… Bruce… jajaja… solo espéranos. - Sonriendo mientras se recostaba del cansancio.
Luci: ¿Crees que ya estás lista para tomar el cuerpo completamente? Ella está furiosa… como se quitó media alma, solo quedó su furia y locura… las cadenas no aguantarán mas, y eso puede ser un obstáculo a nuestros planes. – Manifestándose para decirle eso.
Chara: No creo que sea una moles- ¿Huh? – Notando como su mano temblaba, tomando su cuello e intentando apretar con fuerza.
Pero su otro brazo detendría ese imprevisto golpe.
Chara: Tal vez… debería hacerle una visita, es lo más apropiado… dado a que será nuestra… última plática. – Acomodando sus piernas y cerrando los ojos… para así meditar y estar en trance.
Pasando por los recuerdos de Frisk, Asriel, su odio por los humanos… hasta sus padres.
Por fin llegando en lo más profundo de su ser… una cosa estaba mordiendo las cadenas con sus dientes, poco a poco agrietándolas.
Ya por fin apareciéndose la primera caída… delante de esa “cosa”.
Chara: ¿La perra ya se cansó de estar con correa? Jaja… que patético… sabes, debería agradecértelo, sin ti… nosotras jamás hubiéramos visto… que la maldad y crueldad del ser humano no conoce limites, por eso les pondremos un BOZAL… Son unos salvajes… SERÁN TRATADOS COMO PERROS si nos intentan morder… pero también, gracias… - Caminando un poco más para mirar cómo la fuerza de sus brazos jalaban las cadenas.
Chara: Bah, para qué molestarme, tu razonamiento y frialdad se fueron junto a esa mitad ¿No es así, Frisk? - Ambos seres lo mirarían sonriendo, aunque Luci apretaba las manos con fuerza.
Su poder… el dolor ocasionado, ya no soportaba ver a esa criatura delante de ELLA.
Frisk: … En mi camino. – Alzando la mirada fijamente… solo viéndose un ojo rojo ardiendo con intensidad, a la par que sonreía.
Escuchándose un crujido muy fuerte, que resonaba por este enorme campo vacío, siendo resguardada por su compañera con alas.
Luci: ATRÁS… PODRÍA SER QUE ESTÁ POR ROMPER LAS CADENAS. – Dijo con una mirada preocupada a la par que sudaba.
Chara: No… no es eso, fíjate bien. – Señalando a Frisk de nuevo.
Ahora viendo cómo sus brazos y muñecas se estaban moviendo de formas inhumanamente imposible, mientras seguía el crujido.
“Ese es el sonido de los huesos de Frisk rompiéndose, pedazo a pedazo, para poder salir” – Esto generaría una pequeña gota de sudor en su cara, intentando disimularlo con su sonrisa.
Luci: P-¿Pero qué? ¡ENFERMA! – Alzando sus alas en señal de ataque.
Chara: Seh, es típico de ella… pero bueno, es hora de acabar con esta relación… de una vez… y para siempre.
Ambas, ser divino y humana unieron sus energías para por fin alcanzar su máximo potencial, mientras una cadena del brazo de la prisionera se deslizaba debido a que de tanta presión… se desgarró las manos, perdiendo su pulgar, para volverse a curar.
Frisk: (* Uno queda)
“El final del primer tramo esta cerca, una batalla por el control del cuerpo”
-Fin, capítulo 24