Undertale AU´s Wiki
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New Prophecy, Capítulo 22 “Apaciguar el alma”

Las dunas: tarde, bar del pueblo.

Se encontraba entre diversión y risas el juez de Snowdin, intentando despejarse un poco luego de la pequeña fiesta y diversión post combate… lo necesitaba, quién sabe cuándo puede ser su último día de relajación.

Sans: ¿Tienen algo energizante? – Suspirando algo leve, esperando una respuesta de esa “bartender” felina.

Dina: Esto no es un restaurante familiar, es una cantina, aquí tenemos cerveza suave o amarga… ah, y refrescos, eso es lo único que le damos a los niños además del agua. – Contesto a la par que lavaba un pequeño vaso de cristal que acabaron de usar.

Intentando buscar en su billetera… este no tendría nada, suspirando… recordando que dejó su dinero en casa.

Sans: (Ah, puta madre… de tanto entrenar a los chicos… y todo lo de artificial, me olvide del oro) Lo siento no me- siendo interrumpido de manera abrupta por un individuo.

Starlo: Invito, yo… al fin y al cabo son invitados aquí en El Salvaje Este. – Sacando de su mano un puñado de monedas de oro, suficiente hasta para servirse una él.

Dina: Dos cervezas saliendo, Starlo. – Colocando dos botellas delante de ambos, destapándolas, para con sumo cuidado colocarlas en vasos de tamaños diferentes.

Uno algo pequeño para el centinela de ese helado lugar, tomando pequeños sorbos ya que por lo general es más del café, así que no tiene prisa en terminar de beber, pese a lo amargo de su sabor.

Mientras que el otro tomaría algo más como recipiente grande tomando un profundo trago.

Sans: ¿Conque granjero y Guardia Real del “salvaje este”? Y le dicen a mi hermano trabajador, jeje. – Volteándose para verlo fijamente, aún con dudas en su cabeza.

Starlo: Sí, desde que… Clover murió, solo dedicaba mis días a cultivar maíz con mi familia, debido al verdadero propósito los centinelas, después de que la reina asumió el trono y ver que ahora servía para ayudar a los humanos… Acepté al fin. – Volviendo a tomar un trago profundamente a su bebida.

Esto trayéndole algunos recuerdos al hermano mayor de los monstruos, sonriendo un poco mas.

Sans: Yo me uní por quererlo… una vez llegamos a la ciudad, todo era tranquilo, era un monstruo muy serio e normal, esta sonrisa en la cara no la tenia todo el tiempo. – A la par que su mente le llegaban recuerdos de una bandana color naranja cubierta de sangre.

Starlo: ¿A qué te refieres? Oh... ese humano con el alma de La valentía. Vi en tu informe que eras muy ágil y efectivo en el combate. – Levantando algo su sombrero para verlo mejor.

Sans: Ese niño había matado algunos monstruos inocentes, quería un desafío, los demás habían empezado a correr, vi a una familia de perros intentando proteger a su cría… fui presa del miedo, pero pensé que ese podía ser mi hermano.

En ese entonces no tenia ni su típica ropa… solo una camisa gris y su cuerpo estaba temblando, pero… su cuerpo empezó a liberar adrenalina de golpe… provocando que sonría, empezó a distraerlo con bromas, y analizaba su forma de pelear a la par que esquivaba.

Aún recuerda la sensación de sus costillas partiéndose por el impacto de sus puños… en ese momento solo empezó a reír… Mantuvo su brazo en el interior de sus costillas… esa porquería pudo haberlo matado, por eso mantuvo toda su magia concentrándose en la regeneración… sin soltarlo un poco.

Sans: Rayos… eso es todo lo que pude hacer por ellos… espero haber conseguido al menos algo de tiempo… agh. – Escupiendo algo de magia liquida y ketchup de su boca.

Esto había generado una sonrisa en la cara del mocoso… demostrando que podía contra cualquier desafío.

Valentía: Lo sabía… todos aquí son muy débiles y blandos… esa patética flor me mintió… no son un reto. – Poniendo en su rostro algo de decepción al ver este resultado.

Sans: ¿Por qué esa cara tan larga niño? No que buscabas un desafío… debes saber algo muy importante de este tipo de combates. – Perforando con sus huesos salidos del suelo sus piernas.

Luego de eso usando su magia, acabó de regenerar sus huesos, y concentrando toda su energía en su mano, lanzó al adolescente a un conjunto de árboles cerca de la entrada de las ruinas, donde hay un puente para pasar.

Los impactos fueron tantos que sus guantes y bandana cayeron al frio suelo, cubiertos de nieve.

Y arrastrándose, delante de él estaba aquel monstruo que consideraba “débil”.

Sans: La presa nunca se debe creer… - Tornando sus cuencas en completa obscuridad, a la par que posaba las manos en su alma y comenzaba a separarla de su cuerpo usando su magia azul de una forma poco práctica.

Hasta tomarla de al fin y viendo como la vida de ese individuo se escapaba de sus ojos.

Sans: L O  Q U E L E S  D I C E  E L  C A Z A D O R .  

(Presente)

Sans: Al darle esa alma al rey pude conseguir un puesto como centinela, resulta que mi poder era infligir daño a quienes hayan pecado, era útil… pero al usar el proyecto “Alma artificial” En mí mismo… esa habilidad se fue a costa de un poder más destructivo. Un precio justo, a decir verdad. – Volviendo a tomar un trago de su bebida a la par que bostezaba un poco.

Starlo: Podríamos decir entonces… que la humanidad nos cambió para mal o para bien, incluso ahora…

Sans: Son los causantes de nuestra salvación y destrucción. Así es este ciclo… ojalá que esos 2 lo puedan romper.

Starlo: Brindemos porque eso pase. – Alzando su recipiente contestó alegremente el vaquero.

Cosa que el centinela respondería con calma, alzándola también y chocándola con la suya, tomando un profundo trago.

(Snowdin, entrada de las ruinas)

Se encontraba el príncipe de los monstruos… aún con algunas lesiones… contemplando fijamente la puerta… pasando una de sus lianas tras sus escombros.

Clover: ¿Estás seguro de lo que haces, amigo? – Contemplando el rostro algo feliz del príncipe.

Asriel: Claro, pese a todo esto… sé que el choque es inevitable, pero hoy es el día, y jamás he faltado… incluso siendo flor. – Riéndose un poco mientras su hermana lo tomaba por la espalda.

Chara: No tienes remedio, Azzy. *Muack * - Acurrucando su cabeza en el hombro de su hermano.

(Ruinas)

Todo el interior estaba destruido, cortado, arrasado. Demostrando la ira… pero también la calma, al ver que esa casa seguía intacta.

Habían grietas y cortes por todo el lugar… a la lejanía, la portadora de Luci.

Sentada en una silla de la mesa… mientras observaba la mesa totalmente vacía.

Luci: Siento no poder hacer esto más acogedor para ti… ojalá pudiera hacer algo, lo que sea. – Respondió el espectro sentándose a su lado, tomando su mano.

Chara: Descuida, Luci… no es nada, es solo algo amargo y… siento que algo viene. – Tomando su cuchillo, siendo expectante de la entrada que algo se asomaba.

Siendo estas unas lianas con múltiples ojos… que se acercaban a la mesa…

Chara: ¿Qué de-? — Siendo interrumpida por una voz nostálgica… que la dejaría anonadada.

Apareciendo entre tantas plantas, esta voz comenzaría a sonar.

Asriel: Hola, Chara, cuánto tiempo… la verdad, las cosas han cambiado desde que Bruce cayó, y nos hemos enterado de alguna que otra cosa… he dejado de ser una flor, mamá sigue sola en su trono, y nos hacemos más fuertes, seguro que tú también. – Escuchándose como una especie de megáfono algo leve.

La humana solo podía estar confundida… contemplando todo eso, se supone que son ahora enemigos… ¿Por qué arriesgarse a entrar a la boca del animal salvaje?

Chara: … - Aún contemplando esa boca hablar, mientras permanecía en silencio.

Algunos recuerdos de su vida con ellos regresaban… en especial los de ese día… un pastel enorme de chocolate con alguna que otra vela con un número para su edad.

La de su familia, pequeña y con poco sabor… pero era acogedor estar todos juntos… era lo mejor de su día.

Y la de su otra familia, quienes la tomaron como una hija más, haciendo una gran fiesta y paseando por todo el inframundo… era un espectáculo sin dudas.

Ahora… esa criatura creó un pastel grande… de chocolate, con múltiples velas y una bengala roja.

Asriel: Sé que no vas a cambiar de opinión, pero tú sigues siendo mi hermana menor, y yo el mayor… feliz Cumpleaños. – Marchándose lentamente de ahí, a la par que cerraba sus ojos… no sin antes decir.

Asriel: Te amo, Chara… jamás lo olvides. – Desapareciendo completamente de su vista.

El ángel… al ver esto solo sonreiría un poco… al ver ese acto de bondad... nadie quiere esto… pero ya tomaron ese camino… ahora deben seguir.

Chara: Eres un tonto, hermanito… jaja. – Sacando algunas lágrimas mientras soplaba las velas y con su cuchillo cortaba el pastel… sintiéndose como en su casa, aunque sea un momento.

A la par de que la primogénita del ancestro comenzaba a aplaudir y tararear una pequeña canción en este día especial… SU día especial.

Los recuerdos, las memorias, por una vez en su vida… volvió a ser lo que es, una niña… disfrutando de su cumpleaños.

“Si tan solo hubiera otra forma… en que la mayoría de gente en el mundo fuera como tú, no tendríamos que hacer esto” – Pasaba por su mente… un deseo igual de imposible que su meta… pobre pequeña.

En cuanto al joven Asriel, este estaba llorando, su respiración se agitaba un poco… a la par que reía un poco… volteándose a ver a la versión espectral de su hermana que estaba con él.

Asriel: Ja... jaja… feliz cumpleaños… hermanita. – Acariciando un poco su cabello espectral a su hermana menor.

Caminando lentamente de regreso a la casa de los hermanos esqueleto… a descansar.

Asriel: (No importa lo que pase a partir de aquí… voy a combatir tu rencor junto con él, y si esto llega a escalar… pues nos veremos en la superficie… donde todo empezó…será donde se dicte el fin) – Manteniéndose relajado pese a todo… aún con lo ya dicho, se pondrá serio cuando el momento llegue.

Clover: Ah, cierto, toma esto de obsequio, Chara. – Sacándose su bandana amarilla con cuadros azules para ponerla alrededor de su cuello.

Clover: Mi regalo por tu cumpleaños, disfruto hacer feliz a los demás, espero que te guste.

Chara: ¡Genial! Ahora me parezco un poco a ti, Clover, jaja. – Posando épicamente mientras hablaba con un tono orgulloso

Chara: Somos 3 aventureros, una meta, salvar el mundo y a todos sus chocolates, y a los civiles… claro, jaja. – Sosteniéndose del hombro de Asriel mientras señalaba hacia adelante.

Hacia un futuro… lleno de esperanza para todos, aunque la oscuridad reine… mañana será un muy buen día.

A su vez… a lo lejos en el Castillo Real, la reina estaba horneando una tarta con sus propias manos, ya había echo una… pero se puso hacer otra por una razón en particular.

Toriel: Eso debe bastar, por ahora. – Tomando la tarta recién hecha.

Colocándola en un pequeño altar, para su pequeña hija… Con flores doradas alrededor.

Toriel: Es de chocolate… espero que te guste, feliz cumpleaños... hijita querida. – Dejándola ahí, mientras hacía una reverencia.

Después de eso, tomando un pequeño bostezo, tomó la tarta de caracoles ya fría… y empezó a comerla, para sentarse al otro extremo de la mesa… sola.

Y los recuerdos invadieron su mente… y solo terminó de desplomarse… llorando con total desesperación… tirando la tarta al suelo.

Toriel: SOY UNA IDIOTA… SOY SOLO UNA CABRA TONTA… DEBÍ HABER ESTADO AHÍ PARA TI… Y SOLO CORRÍ… ME ALEJÉ… Y TE ECHÉ TODA LA CULPA… ahora… por no decirte lo que sentía en ese momento… ahora ya no podré decirte nunca que… NO DEBISTE CARGAR CON ESTO SOLO… soy una torpe. – Las lágrimas fueron tantas… que simplemente se quedo dormida… en aquella mesa, reposando de todo ese tormento que ocurrió… al menos por un rato.

Y se preguntará, querido lector…

“¿Qué estará haciendo el joven Bruce?”

Advertencia: Lo narrado a continuación contiene NSFW. Si el lector desea no leer esto, se marcará en negrita el final de la escena.

Pues mientras pasaba el tiempo, la Guardia Real que fue enviada a buscarlo, se detuvo en un pequeño lugar del Salvaje Este, para descansar… y en la casa de Ceroba… Bruce y Muffet se habían quedado como huéspedes.

Esto dado a que la zorra, ahora con tonos azules en su ropa y poderes, quería analizar un poco su evolución.

Ceroba: Bien, por ahora eso es todo, yo iré a dormir a mi cuarto… esta habitación la creé para que Starlo o Martlet vengan de pijamada de vez en cuando, así que disfruten su estadía… Buenas noches. – Cerrando la puerta de ese cuarto mientras se dirigía a sus aposentos.

Mientras que el humano solo inspeccionaba el lugar tranquilo… viendo algunas cosas, como las toallas… o el echo de que hayan dos camas separadas.

Muffet solo podría ver aún como las heridas seguían en su cuerpo, la sangre se podía oler entre sus prendas… ese olor algo nauseabundo significaba que se estaba pudriendo y mezclando con el sudor.

Pues era normal, la pelea llevo su curación al limite, solo siendo curado lo suficiente como para poder movilizarse con normalidad.

Ellos dos han estado unos meses saliendo… charlando, conociéndose… realmente se está esforzando por la relación, pero pese a eso… aún se ve el miedo en su rostro por lo que vaya a pasar a futuro… por miedo a que todo falle.

Claro, ha estado ahí para él… pero siente que no da suficiente.

Muffet: (Desearía poder hacer algo mas… lo que sea…pero no se q-) – De repente, una idea pasó por su cabeza… y sus 6 manos comenzaban a temblar.

Hasta que llega a una forma para… captar sus morados ojos.

Muffet: ¡...! (Tal vez… Deba despejar su mente no solo con cariño, y acompañarlo y charlar con él… pero jamás he intentado esto… ¿Cómo empezar?)  - Suspirando algo agitada… notando su vestimenta, viéndose un poco su figura en un espejo que había en el cuarto.

“¿B-Bruce?”– Contestaba la reina araña, a la par que se podía oír algo cayéndose al suelo.

Bruce: Ajá… ¿qué pasa, amor? ¿La cama no es cómoda o algo? descuida. – Volteándose a verla mientras seguía su charla, para asegurarse de que ella esté bien.

Bruce: Una vez que te acuestas y te acurrucas ya estarás có… có… moda? – Quedándose en total silencio notando con sus ojos algo que no cree.

Era Muffet… solamente usando un sostén con decoraciones negras, y con la piel descubierta.

Su sonrojo era de notarse… pues se sentía algo desprotegida e vulnerable solo portando eso, a la espera de una respuesta.

Muffet: ¿Me preguntaba si podía… ayudarte a entrenar… de otra… manera? (RESPIRA… CALMA TU MENTE… ¿¡EN QUÉ RAYOS PENSABA!? ÉL NECESITA ENFOCARSE EN OTRA COSA)  - Sonrojándose aún más por ese comentario, mientras que Bruce solo observaba en silencio.

Bruce: Oh… ya veo, te vez muy bien… la verdad – Contestaba el poniendo sus brazos alrededor de su espalda mientras estaba sonrojado… no podía ocultar esa expresión.

Bruce: (Jamás la he visto actuar así… qué es lo que querrá… ¿Un beso tal vez? O… creo que es algo más… y creo que sé lo que es ¿Será eso o…? P- pero… para estar seguros) – Intentando utilizar el poder de su marca heredada… sin éxito alguno.

No podía saber qué es lo que quería Muffet… Acal y Lech no le permitían acceder a sus dones, por su lado… ellos solo se acostaron en el suelo mirando al profundo abismo.

Lech: No pienso ver eso, es adolescente, que sus hormonas hagan lo suyo… preferiría matarme antes. – Le respondía a su otra mitad.

Acal: Concuerdo… que sus almas conecten… no la nuestra, perdón hijo, pero de aquí en más averígualo tú. – Riéndose de manera nerviosa y cubriéndose con su capucha del sonrojo.

Volviendo con el humano, este se comenzaba a besar lentamente con su pareja… acariciando su rostro… teniendo cuidado… con miedo de herirla.

Bruce: Eh~ ¿Estás bien con esto? Yo no sé cómo sentirme del todo… estoy temblando, jaja. – Intentando mantener el abrazo algo tranquilo.

Pero la araña… tomaría esa mano y la pondría mas abajo… mas abajo que su cadera.

Muffet: Está bien mientras seas tú… no hemos podido pasar mucho tiempo juntos… y veo que te esfuerzas, también quiero que sepas que voy a estar ahí contigo para todo… hasta para esto… quiero sentirte… amor~ huhuhu~ (Bien… creo que lo estoy haciendo-) – Siendo interrumpida abruptamente por con beso más intenso... de parte del humano.

Podía sentir su calor… algo que jamás pasó… su alma, en vez de ser poderosa… emanaba algo de calidez… a la par que su alma y la de la monstruo se manifestaban.

Tocándose un poco, en un fuego apasionante.

La araña por instinto, saco sus garras, destrozando la ropa de su pareja… a la par que marcaba algo su espalda.

Muffet: Ah~ Yo- Yo lo sien- ¡Hm~! – Pero no pudo terminar de hablar, al ver como el humano sostenía su pecho de forma algo delicada.

El humano solo siguió besándola… acariciando un poco su pecho.

Su cara… por primera vez se había vuelto completamente roja, intentando hacer el esfuerzo de no llorar… tiene miedo, miedo de perder todo esto… de un día simplemente… todo lo que le hacen sentir ahora se desaparezca… que la persona que le está dando este amor y compartiendo su vulnerabilidad... se vaya.

Bruce: Eh~ yo~ No se si estoy haciendo esto bien… solo he leído de esto en revistas de la comisaría… además… no sé cómo es la de un monstruo… y yo… tengo miedo de perderte… que todo esto me aleje de ti, siento… no haber pasado demasiado tiempo contigo.- Siendo interrumpido cuando la araña le tapó la boca y con su otra mano limpiaba sus lagrimas.

Muffet: No te disculpes, yo decidí estar contigo… tú me llamaste la atención cuando te vi, al conocerte puede ver que eras fuerte y valioso… pero no porque tengas oro, o algo así… si no porque te preocupas por todos… quieres salvarlos a todos, hasta la que nos quiere herir. – Besando su mejilla levemente.

Muffet: Eso no te hace débil ni mucho menos… te hace especial… te hace ser tú… y tu eres increíble, cariño~

Bruce: Gracias… en verdad, a veces me quedo los pensamientos para mi... jaja. – Sonriendo levemente por esas tan cálidas palabras de parte de su compañera.

Muffet: No hay de qué, para eso estoy, Bruce.

Para posteriormente luego de pronunciar esas palabras… lamería su mejilla y susurraría a su oído.

Muffet: Además no te alejare de mí… me perteneces ahora… al igual que yo a ti~ ¡AS QUE VEN AQUÍ!

Acariciando su pecho con sus dos manos inferiores, acariciando su espalda con las del medio, y manteniendo el beso y la pasión con las de arriba… a la par que el humano tomaba las colas de caballo de su cabello y lo dejo completamente suelto.

Muffet: Ah~ HAHAHAHA~ AMO TU AMOR, eres muy lindo~ – Mordiéndolo un poco en el cuello, sintiendo como sus colmillos atravesaban su piel.

Bruce: Em… espera… esto… qué pasa si… voy mas lejos que esto… eso es lo que… ah~ quería preguntar. – Acariciando su rostro levemente… sudando por los nervios mientras sus iris temblaban.

Muffet: Jaja~ Bueno… ya que quieres saberlo, no ocurriría nada... seria infértil… dado a que tu biología es física, la mía mágica… Así que no deberías preocuparte por eso~ Sonrojada respondía el monstruo.

Bruce: Vaya… de echo ese si es un buen dato, entonces no pueden nacer híbridos o algo así… entonces, ya no veo el miedo, jaja. – Sosteniendo su cintura con algo de fuerza.

Pero en ese momento… con una mano libre, lanzaría telarañas a la puerta, esta cubriéndose completamente, volviéndose igual de dura que el acero.

Muffet: Lo que pasa aquí… aquí se queda, y no quiero que nos molesten~

Respondió la criatura besando sus labios un poco, mirándolo fijamente… como tensaba los músculos sonreiría por el sonrojo.

Bruce: Solo… dime cuando quieras que pare. ¿Si? – Sonriendo un poco besando su frente levemente… y de forma algo cálida.

Muffet: Claro cariño… yo te lo diré~

Cruzando los dedos detrás de su espalda… dando a saber, que… evidentemente miente.

Y sus almas… se terminaron de pegar, una intentando unirse a la otra… juntarse… una muestra de amor puro, que solo ellos dos compartían.

En la habitación de Ceroba se podían oír desde su cuarto… la tremenda cantidad de gemidos y ruidos… hasta el suelo temblaba un poco.

Mientras que ella solo anotaba en su cuaderno algunas anotaciones.

Diario de Ceroba: “El libido humano es más grande que el de un monstruo, al parecer más en su etapa de pubertad… y es bastante ruidoso” – Cerrando finalmente su cuaderno, colocándose tampones en los oídos… intentando recuperar el sueño.

Ceroba: Las paredes son de papel… ¿Lo saben? – Cerrándose los ojos, a la par que se cubría con una almohada… para descansar.


Desde aquí puede retomar la lectura con normalidad.

Mientras que marchando hacia la casa se encontraba Papyrus, pasando por las minas tarareando una pequeña melodía.

Papyrus: Tarara… tututu… ¿Eh? Esa es… ¡¿Undyne?! – Corriendo para aproximarse hacia ella para, al menos… hacer el intento de despertarla.

Agitándola con sus brazos para que se despierte, consiguiéndolo un poco.

Papyrus: UNDYNE… NO TE MUERAS. – Notándose en su rostro lo preocupado que se encontraba en estos momentos.

Despertándose de golpe tomándolo de los hombros.

Undyne: NO ESTOY MUERTA, IDIOTA… ESTABA DESCANSANDO… Geez, cálmate. – Acariciando su cráneo levemente.

Undyne: Que bueno que te encontré aquí, Paps… ¿Podrías ayudarme a llegar a mi objetivo? -  El cual era toparse con el elegido… el guerrero marcado.

Papyrus: Oh, Bruce… ¡Claro! Hemos estado ocupados preparándolo… junto con Alphys. – Respondiéndole, a la vez que la ayudaba a erguirse nuevamente.

Solo que todas las minas… estarían con un silencio que generaba tanta tensión, que puede cortarse con un cuchillo.

Undyne: … Preferiría que no la menciones por ahora, aún no le puedo ver a la cara sabiendo lo que hizo… por eso tomé este viaje… intento, no pensar en eso… ¿Sabes? – Caminando al frente de él… suspirando de manera algo pesada.

Todas esas veces que salieron… o reían juntas, inocentes estaban ahí… encerrados… familias preguntando por sus conocidos… su corazón aún no se siente preparado para hablar en lo más mínimo… al menos por ahora.

Papyrus: Si, lo siento… no quería causarte ningún malestar. – Colocando su mano derecha en su hombro izquierdo.

Undyne: No, está bien… no sabías como me sentía, descuida… ¡La próxima te lo haré saber! – Sonriendo con todos sus afilados dientes… con un pulgar hacia arriba.

Marchando hacia la casa de los Ketsukane.

Faltando poco para ese encuentro… que marcará el inicio y el final.


“Fin, Capítulo 22”